Mi familia me dice Román. Sin embargo cuando nací me llamaron Alberto. También he sido Omar, Leonardo, Justo. En fin, tengo muchos nombres ¿Raro? Puede ser. Pero dejen que les cuente qué fue lo que pasó. Tengo la necesidad espiritual de hacerlo.
Durante mucho tiempo quise evitar estos recuerdos que empiezan a brotar de a poco. Vuelven como flashes, sin solución de continuidad. Algunas cosas, sin embargo, tengo claras: nací el 1 de enero de 1935 en Bijeljina (en la actual Bosnia y Herzegovina). Mis padres eran judíos sefardíes, como otras ciento cincuenta familias que habitaban en esa ciudad.
En 1941-1942 el ejército nazi entró en aquel país tan diverso que por entonces se llamaba Yugoslavia. Ayudados por la Ustasha -organización nacionalista croata de corte fascista- los alemanes iniciaron una cruenta invasión que me obligó a escapar, con sólo siete años, a los caminos sacudidos por la Segunda Guerra Mundial.
Así empezó la travesía que me trajo hasta esta charla.
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Una vida para contar 